De nuevo nos convocó un evento al que asistimos con gran placer, para aprender y disfrutar de la infinita diversidad y belleza de lo propio de nuestro país, cultura, historia, tradiciones, carácter y clima, sintetizado armónicamente en la arquitectura vernácula. Las VI Jornadas técnicas que organiza la Cátedra "Gonzalo de Cárdenas", auspician la Fundación "Diego de Sagredo" de España y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, comenzaron el pasado 2 de marzo y concluyeron el 5 del propio mes y celebraron sus sesiones de trabajo en la Sala de conferencias de la Biblioteca Pública "Rubén Martínez Villena", en La Habana Vieja.
Entre los temas centrales de este encuentro estuvieron los estudios generales sobre lo vernáculo insular en el Caribe y su peculiar fragilidad. Los desafíos del cambio climático para la conservación del patrimonio construido, apuntando a su vulnerabilidad, especialmente en el caso de los huracanes, el aumento de nivel del mar con las subsecuentes inundaciones costeras, y el incremento del calor en la temporada de verano han sido expuestos en distintos trabajos.
Estos riesgos se unen al del fondo de viviendas de madera en estado de avanzado deterioro dada la situación de sus paredes y cubiertas, o, de partes muy sensibles que se rinden frente a las amenazas de la intemperie, por ejemplo las tejas de cerámica, los vidrios de las ventanas, las rejas metálicas.
Ponencias como "Camagüey tras el paso de los huracanes. Una arquitectura vulnerable" cuyos autores son jóvenes arquitectos de esa provincia, nos trae una advertencia clara tomando de ejemplo el desastre ocurrido en el pueblo de Santa Cruz del Sur, al paso del huracán Paloma en el 2008.
Cuba tiene solamente dos costas, la norte y la sur, pero debido a la estrechez del territorio y la posición que ocupa el archipiélago entre el Golfo de México (norte) y el Mar Caribe (sur), es bien sabido el importante papel que ha jugado y juega la variable climática en la concepción y construcción de nuestra arquitectura y los rangos de su seguridad estructural.
Otro de los problemas tratados fue la paulatina desaparición del bohío tradicional en nuestros campos, mientras que aflora con fuerza en el entorno urbano capitalino, aplicado a una función gastronómica. Bohíos-paladares en la segunda planta de viviendas con cubiertas duras, en zonas residenciales anteriormente exclusivas, añaden un elemento más a la ya larga lista de las indisciplinas urbanas incontroladas. Este tipo de construcciones por su sensibilidad al calor excesivo (fuego) había sido erradicado de la ciudad por las Ordenanzas de construcción de 1861.
A la vez, se profundiza en el análisis teórico del bohío, de sus virtudes constructivas. Tal es el caso de la ponencia "El bohío en T" de la arquitecta villaclareña Felicia Fernández, basado en la referencia a un sitio rural donde se levanta el "Memorial Jesús Menéndez Larrondo" (bohío en forma de T o martillo), cerca del antiguo central "Abel Santamaría", en Encrucijada.
Cualidades estéticas poco observadas, descritas y valoradas con anterioridad mostró "La arquitectura modernista en Camagüey"; acerca de un repertorio muy variado de construcciones de alta calidad, realizado en las primeras décadas del siglo XX por maestros de obra catalanes que emigraron a Cuba, entre quienes la Dra. arquitecta Viviana Más Sarabia, destacó las viviendas de Claudio Muns y los edificios de Antonio Moya. Ellos crearon maravillas con el uso de azulejos, esgrafiados, balcones curvos y pretiles de dibujos fantasiosos similares a los diseñados por Antonio Gaudí. Alguno de ellos desaparecidos después de las recientes catástrofes naturales, a causa de su mal estado constructivo.
Por último, la lanchita de Regla, medio de transporte utilizado desde antaño por los habaneros, fue un llamado a la sensibilidad y la reflexión ciudadana acerca del potencial disfrute de la vida urbana, en contacto con el mar, y como contrapartida a ello, su descalificación continua a través, y del otro lado de la Bahía de La Habana. Este asunto fue abordado con gran originalidad y el uso inteligente de medios audiovisuales por los arquitectos Orlando Inclán y Claudia Castillo de la Cruz en la ponencia poéticamente titulada "Cruzando mares…Bahía por medio".
Jornadas técnicas estas muy fructíferas, para ampliar los conocimientos sobre nuestro país, acerca de sus construcciones, diseñadores y constructores, y sus problemas y los aciertos y desaciertos de las soluciones actuales. Sin embargo, esta feliz oportunidad cultural, no obstante sobrepasar el quinto aniversario de sus celebraciones, aún no ha logrado captar la atención de la televisión nacional o local para grabar exposiciones de excelencia ricas en imágenes, además de sabiduría, que tanto aportarían a la educación cívica, histórica y estética del gran público cubano.
¿No es esta una forma de desperdiciar un caudal de valiosos recursos materiales y humanos de gran utilidad social?
Fuente: CUBARTE | 10 de Marzo 2009